“La recuperación de la inversión empresarial de una ‘infraestructura de software’ pura, donde se paga una sola vez por el software inteligente para gestionar, proteger y sacar el máximo partido de sus activos de almacenamiento - conforme cambian de generación en generación y de marca en marca - es una propuesta de valor tan persuasiva como inevitable.”
- George Teixeira, presidente y director ejecutivo de DataCore Software
Pronóstico #1: una exigencia contenida, un panorama competitivo de requerimiento constante, así como las lecciones aprendidas a partir de la recesión, conducirán a una rápida estandarización de infraestructuras virtuales dinámicas basadas en software, que a su vez aportarán nuevas estrategias para las inversiones en almacenamiento y opciones abiertas de hardware.
Tal como hemos comprobado este año, la virtualización ya no se limita tan solo a la virtualización del servidor. Radica en la creación de infraestructuras ágiles y duraderas con soluciones de software que evolucionan y se adaptan con el tiempo, que le permiten seleccionar los componentes de hardware que desee utilizar y que le facilitan un uso óptimo y dividendos actuales del ROI a lo largo de la vida útil de sus activos informáticos.
La exigencia contenida mantiene el optimismo de los proveedores de hardware de almacenamiento. Según los informes del sector, el mercado del almacenamiento de datos retrocedió en 2010. La exigencia contenida de aquellos que postergaron las actualizaciones o impidieron los ciclos de renovación es real. No obstante, no es indicativo de que se tienda de nuevo a unas infraestructuras dominadas por el hardware. Las noticias más reveladoras indican que sigue habiendo una clara preferencia por los sistemas en nube, los escritorios virtuales y la virtualización del almacenamiento, con lo cual destaca la creciente reticencia que muestran los compradores a la hora de confiar estrictamente en las infraestructuras físicas.
Los clientes se muestran más cautelosos ahora que antes de la recesión, y son, francamente, más sensatos frente a sus opciones. Están deseosos de contar con un cojín que les proteja frente a los dispositivos de hardware que se quedan rápidamente obsoletos. En estos tiempos difíciles, el modelo “cómpralo una y otra vez, una y otra vez” los ha dejado con muy pocas opciones de mejorar sus infraestructuras para conseguir mayor continuidad, movilidad y rendimiento del negocio. No pudieron readaptar el hardware actual, ni atraer fácilmente a otros proveedores. Así pues, en efecto, se les ha solicitado que sustituyan el equipo del año anterior antes de que termine su vida útil. Creo que recordaremos esta recesión como el catalizador del deterioro más rápido de este ineficaz ciclo de hardware —es demasiado caro, demasiado complejo y no aporta demasiado valor a los clientes.
Evidentemente, las empresas de informática están buscando una ventaja sobre sus infraestructuras físicas. Por esta razón, los sistemas en nube, los escritorios virtuales y la virtualización del servidor son el centro de conversación del sector. Esta también es la razón por la que los proveedores de hardware del almacenamiento convencional están intentando reconstituirse como “compañías de software”—han topado con un muro y pueden leer lo que está escrito en él.
Así pues, a la vez que observamos un incremento en las ventas de hardware de almacenamiento, vemos también un aumento de las soluciones de infraestructura de software. Proporcionan una ventaja, casi una seguridad: minimizar los costes actuales y futuros de los entornos físicos que gestionan; establecen oportunidades de compra y otras opciones. Tal como indicó recientemente un cliente de DataCore, “Ningún proveedor de hardware puede ser tu dueño—te toca la tarjeta ‘Salir de la cárcel’ con carácter perpetuo, que te libera de la dependencia del hardware y de la exclusividad del proveedor de almacenamiento.
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